Cuando accedemos a un supermercado y paseamos entre sus pasillos, cuando miramos un cartel publicitario o un spot, cuando vemos una película de cine; dentro de nuestro se producen un sinfín de impulsos eléctricos y comunicaciones entre neuronas que nos hacen sentir bienestar, malestar, felicidad, angustia, euforia, comprensión, etc.
Nuestros ojos también delatan nuestras impresiones sobre los gustos y miran con más frecuencia a un lado u otro del cartel buscando diferentes cosas según los principios de cada persona.
El neuromarketing es una disciplina que estudia los procesos mentales que se desarrollan dentro de nuestra mente cuando vemos una publicidad, un envase o un logotipo.
Una de las técnicas más usadas es el eye-tracking que sigue la trayectoria de nuestras pupilas y que detecta qué zonas de la imagen miramos más, en qué orden y cuáles ignoramos.
Hay otras metodologías como los escáneres de cerebro que calculan que zonas de nuestro cerebro reciben más oxígeno mientras estamos expuestos a una publicidad, relacionando entonces los sentimientos que estamos teniendo en tiempo real. Si las neuronas cerebrales de la zona del miedo reciben mayor volumen de sangre es porque estamos aterrorizados o no inquieta algo en exceso.
Algunos analistas dicen que pueden saber que nos gusta sin que nosotros seamos ahora mismo conscientes de ello. Maquiavélico ¿no?
Diego Celma
Imagen: neuromarca