Érase una vez en un cutre y casposo autobús de carretera nacional, en un asiento de ventanilla dormía un portero de la selección española ataviado con sus enormes auriculares que lo abstraían del mundo real. En ese momento se acerca un hombre bastante impertinente y tras despertarle con un zarandeo le pide que le eche una… Seguir leyendo Me siento seguro.