Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán en noviembre pero ya llevan mucho tiempo en funcionamiento porque las campañas de promoción de ambos candidatos llevan meses ejecutándose. Barack Obama, desde la Casa Blanca y de un modo más discreto, viajando a Afganistan para recordar que su gobierno ejecutó a Bin Laden por ejemplo, ha estado un poco eclipsado por la brillante carrera de Mitt Romney.
El republicano lleva mucho tiempo eliminando a todos los rivales que se le han puesto por el camino, Santorum, Gingrich, Bachmann… Ahora tan solo sobrevive Ron Paul, que ya ha adelantado que va a seguir hasta la convención republicana en agosto.
Pero el tema que nos compete y el que es de actualidad es que, al parecer y según algunos sondeos, el candidato de los elefantes aventaja en 3 puntos al inquilino de la Casa Blanca.
Y no me extrañaría. Con lo crudas que son las primarias del partido, el candidato definitivo sale muy reforzado. Ya sucedió con McCain y el propio Obama en 2008. Barack protagonizó una encarnizada lucha con Hillary Clinton en la elección del candidato demócrata y a McCain casi nadie lo tenía en cuenta el día de la votación.
Diego Celma
Imagen: emol