Estas en la playa con amigos o solo, tomando el sol y disfrutando de esa brisilla suave que modera el ardiente calor que sube desde la arena. De repente escuchas un zumbido sobre el horizonte que despierta tu curiosidad. Diriges tu mirada hacia el cielo y allí ves una ágil avioneta volando a un centenar de metros. Está trazando una ruta paralela a la línea de mar pero no vuela sola, sino que lleva detrás algo de carga, carga en forma de cartel publicitario que ondea al ritmo de las turbulencias.
Voy a poner el ejemplo que he podido vivir esta misma mañana, cuando una avioneta ha pasado con un cartel de Burger King a sus espaldas. Este tipo de publicidad se reduce al impacto más mínimo, a un milisegundo de visión por parte del receptor.
Lo que pretende esta publicidad es que, cuando sea el turno de la merienda, te apetezca ir al Burger King por impulso, sin saber realmente el motivo que te motiva escoger dicho establecimiento.
Normalmente en la playa, hacia las 12 del mediodía, ya se empieza a tener hambre, por eso sobrevolar a los turistas a esa hora aumenta la efectividad. ¿Os afecta este tipo de publicidad?
Diego Celma
Imagen: airsureste