Los animales despiertan pasiones, algunas personas los adoran hasta las últimas consecuencias, cuando hay que sacarlos a pasear a las 7 de la mañana, cuando el perro está enfermo o cuando defeca en la alfombra; otros los odian desde el primer momento y ni siquiera se acercan a acariciar a un perro tranquilo que les suplica una caricia de bienvenida.
Los gatos son aun más especiales, y siguen sus propias reglas. Pero también tienen sus admiradores y detractores.
El otro día me topé con esta PLV (Publicidad en el Lugar de Venta) de Purina Gourmet en El Corte Inglés. Adelantaré que yo me encuentro en un punto intermedio, ni entre los amantes ni entre los que odian a las mascotas, pero me resultó bastante repugnante esta publicidad.
En el PLV aparece un chef casi a tamaño real que aparece estático con un plato de diseño lleno de un alimento con salsa. El eslogan es “Bienvenidos a las jornadas gastronómicas”. En principio era atractivo, pero mi reacción de repulsa vino justo después cuando me di cuenta de que el producto era para gatos y que lo que el chef mostraba sonriente era comida para felinos servida en plato de porcelana. Pésimas sensaciones en el interlocutor.
Diego Celma
Imagen: Tritio Publicidad