Los arquitectos han decidido no apoyar la publicidad exterior en la capital de Galicia, (Santiago de Compostela) porque según su punto de vista, el exceso de rótulos en la azotea de los edificios degrada la imagen de la ciudad jacobea.
Esta polémica ha surgido tras la nueva ordenanza de publicidad que según la edil, María Pardo, tiene un marcado carácter aperturista.
Los arquitectos argumentan su postura al respecto añadiendo que puede ser un asunto peliagudo y conflictivo ya que no solo atañe al impacto visual sino también a la contaminación lumínica.
Raxoi tiene previsto autorizar tan solo 1 anuncio por edificio y este además no debe de estar situado en el casco histórico. También hay limitaciones al tamaño, que jamás deberá superar los 30 metros cuadrados con una altura máxima de 3 metros y medio. La iluminación proyectada ira dirigida hacia la calle para disminuir de esta manera y en cierta medida, la contaminación lumínica producida por la luz de neón.
Para darle el tinte verde, tan popular en pleno siglo XXI, se obligará a la utilización de dispositivos y bombillas que fomenten y permitan el ahorro energético. De esta manera se evitará que es inyección económica tenga una importante repercusión en el consumo eléctrico.
Diego Celma
Imagen: tecneplas