Publicidad Kinder Bueno. Descripción: Una mujer entra al aeropuerto y va directo a un dispensador de Chocolates Kinder. Se encuentra con un hombre y le dice: «que lástima, el último Kinder Bueno». El hombre le da el chocolate a la mujer, al ver que a lo lejos se acerca alguien con una caja, para recargar la máquina.
Esta publicidad de Kinder tiene varias lecturas, pero podría decirse que la más severa es aquella que hacen los que la consideran «feminista».
Según estos, el hombre del comercial no tiene opción, debe darle el chocolate a la mujer, porque esta es la reacción que se espera de él. Sencillamente por el simple hecho de que es hombre y debe ser caballero.
Si un barco se hunde, las mujeres tienen preferencia en el barco, si queda un solo paracaídas y el avión se está cayendo, tiene que ser para la mujer. Según este punto de vista, lo mismo sucede con el comercial, el hombre tiene la OBLIGACIÓN de dárselo.
Sin embargo, este comercial se escapa con una picardía, el hombre le da el chocolate a la mujer, una vez que ve que los reponedores se acercan con más. Por tanto, no solamente queda galante ante ella por obsequiarle la última barra, sino que además, no sale en desventaja, ya que no pierde la oportunidad de comerse un Kinder Bueno.
¿Fantástico, no?
Como mujer, yo lo veo muy tonto, ya no el anuncio sino el tener que dar o regalar algo solo por el hecho de ser mujer. Es una actitud paternalista, se nos ve debles, somos pobrecitas a las que hay que cedernos el asiento porque somos mujer.
Otra cosa es la buena educacion y se nos abra una puerta, o se nos ceda un asiento en el metro. Cosa que yo tambien hago con muchos hombres, pero sabes que pasa? Que su reaccion es la de sentirse inferiores, y esto lo he comprobado un monton de veces. Por que se siente inferior un hombre si yo le abro la puerta o le cedo el asiento? Que se lo pregunten ellos mismos.